martes, 30 de marzo de 2010

Tiempo


Vivimos encadenados al tiempo, su lento devenir nos da templanza. La vida de un hombre es breve, el tiempo del hombre es largo. Perdón por meterme así, sin calentamiento ni lubricación verbal previa, en el mayor de los problemas humanos, el del transcurso del tiempo. Tiempo, decía Heidegger, es aquella magnitud en la que ocurren las cosas, la manifestación lógica de una materia que siempre está en movimiento. El tiempo es, para muchos, absoluto, y sin embargo relativo. Cosmologías de Einstein aparte, lo cierto es que, sin necesidad de reloj o calendario, sentimos el peso de nuestra duración sobre la tierra, nuestra eterna decadencia ante su implacable paso.

martes, 23 de marzo de 2010

Alegoría del poder


Llevo ya unos meses escribiendo sobre la ciudad que me mata y embelesa a diario y, echando la vista atrás, me he dado cuenta de que estas líneas, estas calles cortadas, han abusado de la política en su temática. Maldita sea, me digo, yo no quería hablar de esto. Pretendía que mis palabras sirvieran para ilustrar otra óptica de la ciudad, de la región. Acercaros un Madrid genuino, propio, subjetivo, real y, sin embargo, cada semana un nuevo ciclón político (que nunca es tan grave en realidad) me arrastra a pronunciarme sobre un Madrid que conozco menos y que es menos genuino y menos real: el Madrid de los despachos, ese donde se estrechan manos bien arregladas para cerrar acuerdos de calado, desde donde se dirigen las líneas maestras de políticas y economías, y donde lo importante ocurre a oscuras pero se sella en público con una amplia sonrisa regalada a los flashes.

martes, 16 de marzo de 2010

Rebelión e Impuestos


 Pagar impuestos es una putada. A nivel personal, casi todo el mundo está de acuerdo con este supuesto. Pero claro, si uno hace ese ejercicio de empatía social que supone la democracia, comprende que, sin esos impuestos, el chiringuito no acabaría de funcionar. Toda actividad económica está o debería estar sometida al gravamen fiscal del Estado, que se lleva su parte de cara a su autoabastecimiento y el mantenimiento de los servicios para sus ciudadanos. (Que palabra más graciosa, gravamen. Repítalo en sus casas, como un mantra: gravamen fiscal y sentirán que su cartera se resiente menos del esfuerzo contributivo.)

martes, 9 de marzo de 2010

Cuernos


Esperanza, Esperancita, se ha puesto el traje de luces. Y ella, que no tiene destreza con el capote pero sabe como entrar a matar, está dispuesta a lidiar a cuantos astados se le pongan por delante. Mientras en el Parlament se debate si prohibir o no los toros en toda Catalunya, Aguirre ha convertido a las corridas, decretazo por delante, en bien de interés cultural, lo que quiere decir que en la Comunidad de Madrid tendrán una especial protección.

Competencias


En el fondo, la política no es más que un juego de esgrima entre egos engominados. Todo cargo público conlleva una carga más o menos implícita de poder, desde el funcionario que te puede hacer pagar su mal día hasta el presidente del gobierno, oliendo todo el día la madera noble de su despacho. Pero claro, en una democracia, los puestos políticos se eligen por sufragio universal, y esto da a los que reciben ese mandato ciudadano la impresión de que el dios Demos les ha sonreído y que tienen carta blanca. Es el momento en que el poder les vuelve locos, les saca de si mismos y de sus obligaciones, y se dedican más a atacar a los enemigos que gobernar para esa gente que les ha votado.