martes, 8 de junio de 2010

Sitting on top of the World

La ciudad, con su inquebrantable ajetreo de ruidos, de humos pisándose unos a otros, de ataques de ansiedad, exabruptos y berrinches infantiles, eclipsa a menudo todo lo que la rodea, como si más allá del último bloque de hormigón, la vida se acabase sin más. Esta sensación es más fuerte en Madrid, porque la ausencia de mar implica que no hay una inmesidad ante uno que le recuerde lo ínfimo que es, y aparece la necia percepción de que no hay nada más allá. Sólo la sierra, que se levanta orgullosa cincelando el azul con sus puntiagudas cumbres, le recuerda al observador que fuera, late otra vida.

martes, 1 de junio de 2010

El público idiota (y III).



No sé en que momento de la historia empezó a ser así, pero lo cierto es que en un punto, el pueblo se convirtió en público. Quizás nunca existió. No se materializó aquí, en la caverna, esa idea, la de pueblo. En todo caso, y dejando el pasado, el pueblo ahora es público y la ciudadanía, audiencia. Puede sonar apocalíptico, pero no se preocupen, hermanos, que el sistema aprieta, pero no ahoga. Como audiencia, tenemos derechos, y toda una serie de mecanismos para expresarnos y modificar el transcurso del espectáculo que se nos endosa. Véanse si no la multiplicidad de canales para expresar nuestras protestas, dudas, ruegos o alabanzas. Vote en la página online de nuestra cadena si Francisco Camps debe dimitir o no, mande sms con Zapatero-dimisión espacio y su opinión en nuestro debate al 0100, o llame a un 902 nada barato para que podamos destripar sus intimidades por la tele. Todo seguido de un amabilísimo: nos interesa su opinión.