martes, 19 de febrero de 2013

Bipartito Pontífice por un día




Texto para Bipartidos de Risa del martes 12 de Febrero de 2012 oír

Decía Moraño en un twitt esta semana que yo había creado Bipartidos, afirmación más que falsa, pues ellos se crearon a sí mismos. Aunque entiendo que quieran eludir, en la medida de lo posible, la responsabilidad de este monstruo radiofónico que han creado. Hoy, en todo caso, me ha sido entregado no el papel de creador o demiurgo, sino el de sumo pontífice del bipartidismo, la única religión del mundo que te permite ser Papa por un día. A mí, que siempre me han gustado las liturgias más que a un liberal un sobre, no me cuesta asumir el papel, y mirar al cielo en busca de respuestas que traduciros a vosotros, los miembros de esta Iglesia.


Pero me pesa el rol, como a Ratzinger la tiara, o los escándalos de pedofilia, y me diluyo como Rajoy tratando de explicarlo todo, shalvo alguna coshilla. Pero sé que no puedo explicar por qué Ana Mato sonríe y calla, y Cospedal rectifica sin ser sabia, y a Rubalcaba se le atraganta el indulto que concedió a Alfredo Sáenz, Consejero del Santader, y que hoy mismo el Supremo ha invalidado. Tampoco entiendo y, por tanto, busco ser alumbrado por la providencia, cómo es posible que, tras 73 iniciativas legislativas populares tumbadas en los 34 años de democracia, hoy se vaya aprobar la que protege a los toros como bien de interés cultural. A las puertas se queda otra iniciativa que será debatida sólo por trámite, la que pretendía regular la dación en pago, de la que el gobierno sólo tomará el nombre.
Me siento como se debió sentir Benedicto antes de decidir volver a ser Ratzinger Z, y tengo ganas de refugiarme en una cueva como Celestino V, ese otro papa renunciador. Comer cáscaras de mandarinas y tratar sólo a los seres humanos de uno en uno, pues se le ven mejor los embustes.
Pero aún me tomo en serio lo que representan las malolientes sandalias que me han sido dadas a calzar esta noche. Apuro el cáliz hasta la última gota, con esa avidez que siempre me hizo sospechar de los sacerdotes, y pienso que pocas respuestas puedo dar yo, o si me apurais, el más docto entre los Papas de Roma. Claro que mi humildad, o mi escepticismo en las probabilidades del ser humano de alcanzar la verdad, no debe desconsolaros.
Existen otros espíritus dispuestos a iluminar vuestras almas con sus conocimientos. Montoro, ese gran maestro didáctico, es uno de ellos. Preguntado por la corrupción, el recaudador máximo dijo que a esos que están viajados y han visto mundo, estos escándalos no les sorprenden. Vamos, que Montoro ha dicho que la corrupción no la hemos inventado nosotros. El fútbol tampoco lo hemos inventado aquí, y resulta que somos campeones del mundo.
Hablando de balones, dejadme tocar un poco más las pelotas. El Valencia Club de Fútbol, fiel reflejo del estallido de la burbuja inmobiliaria ha sucumbido definitivamente a su deuda, que ha sido amablemente absorbida por el Gobierno de la Generalitat Valenciana, la misma que está intervenida por el Estado Central y que no tiene dinero ni para pagar a las farmacias. No pasa nada, porque el furgol lo vale y los toros también. La novedad de los gobiernos es quitar el pan de la ecuación y dejar sólo el circo.
Me retiro como Joseph, abandono, dimito. Me vuelvo a mi cueva. La semana que viene, tras el cónclave, otro ceñirá esta corona y empuñará este báculo. Fernando y Richard, desgraciadamente seguirán aquí, así que paciencia, hermanos. Al menos ellos han encontrado la manera de bipartiros de Risa.

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